Gathered in Munich, the executive of the Party of the European Left expresses solidarity with the people of Catalonia who live in these days legitimate social mobilizations to respond to the harsh and unjust sentence against the political and social leaders of the Proces, which has given them alleged prison sentences for more than 99 years.
Beyond the political assessment made of the Proces, one cannot be neutral in the face of the violation of constant rights, the degradation to unthinkable limits of the so-called “rule of law” and the will of the State to employ all repressive means (both police as judicial) to deny Catalonia the right to freely decide its future.
This is the response of the ’78 Regime to popular mobilization. And it is that after a political trial, based on violence that never existed, the sentence seeks to scare and stop the popular movement.
We denounce the international media operation that has been carried out to make this sentence appear by sedition and embezzlement as a mild and moderate conviction. It is neither soft, nor moderate, and should shake any Democrat, regardless of their position on the Spanish territorial conflict.
We also condemn police violence and detentions in response to popular protests against the sentence that has been abusive, just as we remember that the sovereignist popular movement is peaceful, although there may be pockets of violence, which we condemn, and we remember that it is not the solution for the resolution of conflicts in a democratic way.
Our republican commitment, based on the values of freedom, equality and fraternity, places us without complexes with those who want to exercise the right to decide and are retaliated, tried or sentenced to prison with sentences that would be unthinkable in most countries democratic.
We express the need to cease the lawfare and call for dialogue and conflict resolution, which necessarily involves the recognition of self-determination, freedom for political prisoners and the celebration of an agreed referendum.
Comunicado del European Left ante la situación en Catalunya
Reunidos en Múnich el ejecutivo del Partido de la Izquierda Europea expresamos la solidaridad con el pueblo de Catalunya que vive en estos días legítimas movilizaciones sociales para dar respuesta a la retrogada, dura e injusta sentencia contra los líderes políticos y sociales del Proces, que les ha supuesto penas de cárcel por más de 99 años.
Más allá de la valoración política que se haga del Proceso, no somos neutral ante la vulneración de derechos humanos, la degradación del llamado “estado de derecho” y la voluntad del Estado de emplear todos los medios represivos (tanto policiales como judiciales) para negar a Cataluña el derecho a decidir libremente su futuro.
Esta es la respuesta del Régimen del ’78 a la movilización popular. Y es que después de un juicio político, basado una violencia que nunca existió, la sentencia busca asustar y detener el movimiento ciudadano.
Denunciamos la operación mediática internacional que se ha llevado a cabo para hacer aparecer esta sentencia por sedición y malversación como una condena suave y moderada. Ni es suave, ni es moderada y debería estremecer a cualquier demócrata, independientemente de su posicionamiento respecto al conflicto territorial español.
Condenamos también la violencia policial y las detenciones como respuesta a las protestas populares contra la sentencia que ha sido abusiva, al igual que recordamos que el movimiento popular soberanista es pacífico, aunque puedan haber focos de violencia, la cual condenamos, y recordamos que no es la solución para la resolución de conflictos de manera democrática.
Nuestro compromiso republicano, basado en los valores de la libertad, la igualdad y la fraternidad, nos sitúa sin complejos junto a quienes quieren ejercer el derecho a decidir y son represaliados, juzgados o condenados a prisión con penas que serían impensables en la mayoría de países democráticos.
Es por eso que el partido de la izquierda europea, expresamos la necesidad de cesar en la judicialización de la política y llamamos al diálogo y a la resolución de los conflictos, que necesariamente pasa por el reconocimiento de la autodeterminación, la libertad de los presos políticos y la realización de un referéndum pactado.